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Siempre puedes hacer para que tu coche sea único, pero algunas personas exageran, van demasiado lejos. Hay que tener estómago para soportar una buena cantidad de autos más feos que el “Homeromóvil”.
No obstante, si es rápido se olvida un poco el aspecto estético. Todo es culpa de la selección natural. Pero piensen en los coches más rápidos del mundo: los concepto, Ferrari, Lamborghini, Porsche y... Glickenhaus.
¿Eh?
No es el nombre de un pegamento ultra fuerte, tampoco de pistolas que compitan con las de Pietro Beretta, sino el nombre de Jim Glickenhaus. Él hizo una cantidad impía de dinero al producir los “chafas pero chidos” churros cinematográficos de figuras como Frank Henenlotter, además de “dirigir” (fusilarse, pues, El Vengador Anónimo) The Exterminator, algún karatazo machín de Jackie Chan y tener sendas habilidades para las finanzas. De tal manera casi casi construyó un Ferrari personalizado, porque, obvio, un Ferrari no es lo suficientemente poderoso... El caso es que ahora construye supercoches rápidos, locos y feos como el Glickenhaus de la Scuderia Cameron Glickenhaus. Sí, es un fabricante de automóviles boutique en gringolandia y durante su paseo por el último Salón de Ginebra presentó el SCG 003S. No hay nada gracioso en el nombre, pero a quién le importa.
Superlativos más o menos, tiene todos los caballos de fuerza, velocidad acá y ese tipo de vulgaridades que hacen suspirar a los buchones. Y el Glick apunta para hacerse del honor más alto en esta arena: la vuelta más rápida en el circuito de Nurburgring. En efecto, el auto se medirá a la ultra horrible pista de 12,9 millas que el aburrido y ñoño campeón de la F1 Jackie Stewart apodó el Infierno Verde. No es para los débiles o los estúpidos (o los menos estúpidos que no quieran matarse), y Glickenhaus quiere rodarlo en 6 minutos y 30 segundos. Eso establecería un récord para un automóvil de producción.
La Scuderia Cameron Glickenhaus afirma que el 003S llegará a 100 km/hr en menos de 3 segundos y podrá arribar a 350 kph. El coche ciertamente parece un negocio, con todo tipo de alas y aspectos técnicos para mantenerlo, la caja de cambios secuencial de siete velocidades, y el motor V8 de doble turbo que respira correctamente. Y para que se emocionen porque el tamaño sí importa: 800 caballos de fuerza y un chorronal de torque. La suspensión es activa, los frenos son de carbono, seguro incluye Internet y creo que hasta la opción de tener un claxon de “La Cucaracha". Como dice Homero Simpson: "Nunca puedes encontrar el cláxon cuando estás enojado".
¿Precio? ¿Lo van a comprar?