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Su dueño, EEUU, proveniente Segunda Guerra Mundial

Por: Renato Vega 

¿Hasta ahorita?, sí.

En la ciudad de Wolfsburg, Alemania, unos cuantos empleados de una de las fábricas de la compañía de automóviles Volkswagen encontraron un sospechoso bulto de metal, el cual resultó ser una bomba aérea de casi 200 kilogramos, cortesía de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Es algo extraño, pero por las zonas geográficas que alguna vez estuvieron relacionadas con este conflicto bélico no es tan raro encontrar restos, minas o hasta bombas sin estallar. Justo lo que necesitaba la compañía alemana de autos, aparte del explosivo escándalo de emisiones en septiembre de 2015… ahora tienen una enorme bomba que desarmar.

Nada complicado para el siglo XXI

Afortunadamente, desarmar el arma de destrucción no fue un gran problema para los ingenieros modernos. Después de todo estamos hablando de las mismas mentes que desarrollaron el Porsche 918 Spyder. Hoy en día, el antiguo software con el que contaba la bomba parecía un juego de niños. De igual manera, es una excelente noticia que los 60 mil empleados que trabajan en Wolfsburg salieran ilesos del asunto  
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