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El auto con nombre de F2 2018, se presentó este jueves en Monza, con un cambio importante y polémico como lo es la cabina con el nuevo dispositivo protector de Halo.
El monoplaza de la nueva generación que sustituirá al actual chasis Dallara GP2/11 se presentará esta semana en Monza y según deja caer Mekies a la publicación norteamericana Racer, será con Halo.
Este monoplaza es el primero en presentarse desde que la categoría era conocida como GP2 en 2011, y fue diseñado para ser lo más parecido a la nueva generación de coches de la Fórmula 1.
El estilo más ancho y más agresivo en su carrocería, con un chasis nuevo producido por Dallara, el auto es 159mm más largo, y pesará 32 kilos más ya con el piloto. El ancho no cambió es de 1900mm (igual al actual).
"Siempre lo hemos tenido en la cabeza, y como en muchas otras cosas que hacemos, pensamos primero en la F1. Piensas en uno de los campeonatos del mundo porque es dónde hay más I+D, es dónde más tiempo se dedica a esa investigación. Después, lo vamos a aplicar paulatinamente en otras categorías en un margen de tres años", ha explicado Mekies.
"Esto nos permite controlar la implementación de nuevos elementos y de estudiar el coste y nuestra disponibilidad para lidiar con ello", ha añadido.
"Así que, con todo mi respeto, es una decisión complicada. El presidente de la FIA nos ha presionado para desarrollar el halo con la máxima rapidez posible porque no había nada que indicase que sólo se debía proteger a los 'peces gordos' de la F1. Por ende, intentamos desarrollar el halo -para F2- lo más rápido posible", ha continuado Mekies.
Implementar dicha medida de seguridad en una categoría monomarca es complicado. En F1 puede parecerlo más, pero todos construyen coches distintos. En la F2, el coche debe estar equilibrado y ser neutro, pues los equipos así trabajan en las mismas condiciones. Además, el coste de la implementación debe valer la pena, y la actual política de renovar el chasis cada tres-seis años ha obligado a la FIA a apresurarse para implementar el halo en la F2.
"El otro factor que nos hace forzar el Halo y trabajar duro en él es que no se puede adaptar al coche actual, y como resultado, si no planeas el lugar para el halo en el nuevo coche, se termina todo. Por razones obvias como son los costes, los monoplazas que no participan en la F1 se cambian cada tres o cada seis años, por lo que de no adaptarlo, se llegarían a perder hasta seis años de protección", ha argumentado Mekies.
El F2 2018 conservará una serie de partes mecánicas del GP2/11, incluyendo la mayor parte de la caja de cambio, sistema de frenos y algunos componentes de la suspensión.
El nuevo coche seguirá utilizando neumáticos suministrados por Pirelli, pero su tamaño de rueda se basará en las dimensiones del F1 2016.