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El verano es la época del año en donde se pueden observar los principales adelantos y novedades que llegarán en el futuro en la máxima categoría del automovilismo, en especial en el rubro de la seguridad. Es por eso que la Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha dado a conocer que, a partir del 2018, los monoplazas de la Fórmula 1 tendrán que portar de manera obligatoria el dispositivo Halo, con la intención de proteger a los pilotos, especialmente en la zona de la cabeza, la parte del cuerpo que está más expuesta a las condiciones de las carreras.
El deseo de la FIA por implementar esta medida de seguridad resulta de accidentes como el de Jules Bianchi, quien chocó con una grúa a más de 200 km/h en Suzuka, Japón en 2014. También el de Justin Wilson, impactado por una autoparte en la cabeza durante un evento de la IndyCar, en Pennsylvania en 2015, para desafortunadamente perder la vida, y el afamado accidente sufrido por Felipe Massa en el Gran Premio de Hungría de 2009.
Se han realizado varios intentos para encontrar una solución que pueda reducir los accidentes ante esta problemática. Protegida únicamente por el casco de los pilotos, la cabeza no está exenta de sufrir importantes daños ante las altas velocidades de los autos.
El Halo ya fue probado por el alemán Sebastian Vettel en el GP de Inglaterra, quien le dio solo una vuelta con su Ferrari, argumentando que se mareaba. Es cierto que su colocación modifica notablemente la estética de los Fórmula 1 y si la medida es para asegurar el bienestar de los pilotos, sólo será cuestión de acostumbrarse al mismo. La seguridad sigue siendo una de las principales prioridades de la FIA y tras los graves accidentes vividos en los últimos años, era una de las asignaturas pendientes.
Nos guste o no este sistema, algunos equipos han cuestionado las posibles afectaciones antes que los beneficios. Por ejemplo, se preguntan si con el Halo se podrá sacar al piloto lo suficientemente rápido del coche en caso de un incendio. También: ¿Afectará la visión de los pilotos? ¿Qué pasará si en un choque se daña el Halo? Hay muchas preguntas aún por responder antes de que los 20 pilotos de la parrilla disputen una carrera completa con él. Si el sistema finalmente fracasa, pasará a la historia junto a otros modelos de monoplazas singulares como el Tyrell P-34 de seis ruedas u otras posibilidades de modificaciones que a continuación te mostramos.
- Arrows A22
Con la intención de elevar la carga aerodinámica de su auto A22, la escudería Arrows instaló una especie de antena parabólica sobre el alerón delantero. Ante esta medida “innovadora”, el piloto Jos Verstappen, quien se encontraba al volante del coche naranja y negro, quedó muy satisfecho. La FIA lo prohibió por peligroso y multó con 160 mil dólares a la innovadora escudería.
- Ensign N179 Ford
El Ensign N179 Ford portaba un radiador en forma de escalera metálica que debido a su ubicación permitía enviar todo el calor al piloto. Un sistema de enfriamiento que no fue tan exitoso como se pensó.
- Brabham BT26
En 1968, el piloto Jack Brabham, decidió instalar en las partes delantera y trasera de su monoplaza tremendos alerones a modo de toldos. El concepto fue rechazado de inmediato y desde luego no tuvo la aceptación que se pensó.
- Eifelland 21 y un retrovisor poco usual
En 1972 el diseñador Luigi Colani ubicó en el centro del campo de visión del piloto (Rolf Stommelen) un retrovisor, el cual podría obstaculizar la visión como el Halo. El Eifelland-Ford 21 disputó 9 carreras en la temporada de 1972 siendo un décimo lugar su mejor resultado.