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Renault, está de manteles largos: festeja el 40 aniversario de su debut en la Fórmula 1. Propiamente lo hizo durante el Gran Premio de Mónaco de este fin de semana; sin duda, fue el marco perfecto para una celebración de esta magnitud.

Cabe mencionar que el debut de Renault en la F1 ocurrió en 1977, el modelo RS01, hacía su aparición en la máxima categoría del automovilismo durante el Grand Prix británico. El mundo del deporte motor veía el nacimiento del primer monoplaza turbo de la historia del campeonato.

 

Ahora, el constructor francés, decidió iniciar los festejos en Mónaco. Y como plato fuerte, el piloto del Renault Sport de Fórmula 1, Nico Hülkenberg, manejó el esperado Mégane R.S, en su primera aparición pública oficial.

El inicio de la Tetera Amarilla

Quedan lejos los recuerdos de aquel monoplaza totalmente amarillo, que al mando del piloto francés, Jean-Pierre Jabouille, hiciera su primera aparición en el Gran Premio de Gran Bretaña en 1977. Y como si se tratará de una escuela, en donde el niño nuevo del salón sufre de bullying, le sucedió lo mismo a Renault, ya que los equipos inscritos en la F1 se burlaban del RS01 amarillo marcado con el número 15 y le colocaron el apodo de Yellow Teapot (la tetera amarilla). Dicho mote fue bien ganado dada la poca confiabilidad del motor turbo y nadie en su sano juicio lo tomaría en serio. Los constantes silbidos del turbocompresor y su lentitud, hacían de este monoplaza el hazmerreír de la pista. Y evidentemente el apodo era odiado por los franceses. No obstante, aquel día la Fórmula 1 había estrenado una nueva etapa tecnológica de la mano de Renault.

   

Tuvieron que pasar dos años hasta que en 1979, Jean-Pierre Jabouille, consiguiera la primera victoria en la categoría para Renault. Posteriormente ganó en el Gran Premio de Austria 1980. Sí, aquella “Tetera Amarilla” empezó a callar bocas y a ganar carreras. Desde entonces, Renault F1, se abrió paso, pero sobre todo, se ganó el respeto de todos los seguidores y competidores de la Fórmula 1.

Llegaron los éxitos

En 1981, llegaría el piloto —también francés—, Alain Prost, y se pondría al mando del RS40, el primer monoplaza con un chasis construido completamente en fibra de carbono y que le sirviera al “Profesor” para quedarse a dos puntos de lograr el Campeonato del Mundo de Pilotos de 1983. Lo demás ya es historia…

   

A la celebración en Mónaco se unieron los legendarios pilotos galos Jean-Pierre Jabouille y Alain Prost, a bordo del el RS01 y RS40, respectivamente. Los pilotos franceses seguramente pensaron: "El que ríe al último ríe mejor", al ajustarse los cinturones y rodar por las calles del Principado.

    



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