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¡El ingrediente que le faltaba a la F1! Si tras un gris Gran Premio de Francia, lo mejor que se podía sacar era el hecho de que en solo unos días llegaba el Gran Premio de Austria, el desarrollo de la carrera este fin de semana ha sido un bálsamo para la Máxima Categoría del Automovilismo.  

El absoluto dominio de Lewis Hamilton y Mercedes estaba a punto de romper todo récord posible, pero este fin de semana el mítico trazado austriaco fue testigo de un nuevo campeón de un Gran Premio. 

El posible dolor de cabeza para las escuderías fuertes tiene un nombre: Max Verstappen. En los últimos años es el único que parece ser apto para romper la monotonía de Ferrari y Mercedes, el único capaz de lograr una victoria cuando nadie apostaba por ella. El de Red Bull, que logró su primera victoria en Fórmula 1 en la que fue su carrera debut con el primer equipo, realmente desde su primera temporada dio señales claras de lo que era capaz de conseguir, pues no hay que olvidar las dos cuartas posiciones que logró en su año debut, encima de los lomos del Toro Rosso. 

El piloto neerlandés no solo se ha convertido en el salvavidas de Red Bull, sino que ha conseguido lo que parecía totalmente imposible, que los motores Honda lograran una victoria en esta Fórmula 1 híbrida. No es poca cosa, pues la última carrera ganada por un monoplaza de la casa japonesa se remonta al Gran Premio de Hungría de 2006. 

Para nada fue una carrera fácil, Max inició con una salida espantosa que le hizo descender hasta la novena posición (salió de la segunda posición). Pero Verstappen no se rindió. Esperó su momento y tiró al máximo, se abrió camino y fue dejando atrás a Sebastian Vettel, Valtteri Bottas y Charles Leclerc hasta llevarse una victoria agónica en las últimas vueltas del que ha sido uno de los finales de carrera más intensos de los últimos años. 

Lógicamente ocurrió en circunstancias peculiares, tres largas horas de incertidumbre, con deliberaciones de las autoridades de la F1, fueron necesarias para que al final nada cambiara: Max Verstappen es oficialmente vencedor del Gran Premio de Austria de F1 2019, después de que los comisarios deportivos le exoneraran de cualquier acción ilícita en su adelantamiento a Charles Leclerc durante los últimos compases de la carrera disputada el domingo en el trazado de Red Bull Ring. 

Según indica  el comunicado, tras analizar los videos e interrogar tanto a Max Verstappen como a Charles Leclerc las autoridades consideran que sus coches encararon la curva tres del trazado austriaco en paralelo y no había suficiente espacio para ambos coches, lo cual justificaba el toque. 

Así textualmente "no consideramos que ninguno de los pilotos fuera total o predominantemente culpable por el incidente", considerado por lo tanto incidente de carrera. 

Así que la primera victoria de Charles Leclerc y la primera de Ferrari esta temporada tendrán que esperar una vez más.