Por: Bjork Olsson
Todos van a eventos de Le Mans a ser espectadores de una serie de impresionantes carreras. Pero, lo que nunca esperan es que el auto de seguridad, en este caso un R8, se robe la escena.
¿Cómo sucedió?
Durante el calificativo de las 24 Horas de Le Mans, en el Circuit de la Sarthe. La lluvia acechó dicha etapa de evento hasta que de plano fue demasiado. Por la seguridad de los pilotos, se levantó la bandera roja y el auto de seguridad a probar las condiciones de pista. Pocos prestaban atención al auto de seguridad, aunque era un bello Audi R8 de 10 cilindros. Sólo paseaba por la pista, analizando y estudiando cada pedazo del circuito francés, con el afán de indicar el momento en el cual los autos podían volver a salir. Pero, durante una curva, ni la tracción en todas las ruedas del R8 lo salvó de perder la comodidad de la fricción con el pavimento. Como si fuera un piloto japonés, profesional del drift, el majestuoso Audi se desliza con tal estilo, que ni los comentadores pudieron resistir la necesidad de ofrecer sus respetos al piloto. “Tal vez el piloto debería firmar un contrato para correr”, mencionó uno de los narradores del evento, y, ¿a poco no están de acuerdo?.
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