Acompañado de un tremendo pedigree en la disciplina del rally, el ‘Evo’ no es sólo un deportivo, es una tradición japonesa que se ha extendido internacionalmente por el amor de sus fanáticos. En cierto sentido, se puede considerar un ‘sleeper’, un auto que aparte de las mejoras aerodinámicas y acentos deportivos no aparenta ser tan rudo ni veloz como es en realidad, aunque los conocedores saben reconocer a cualquiera de estas bestias cuando las ven. Equipado con un modesto motor de 2.0 L, pero con inducción asistida por su turbocargador, eleva su potencia a unos respetables 291 caballos de fuerza. Lamentablemente ésta es su última iteración, o versión, al menos por ahora, según Mitsubishi.
Honda NSX
Ha vuelto el icónico NSX al mundo, después de la descontinuación de la primera generación en los 90. El súper auto diseñado mediante una colaboración entre Honda y el legendario piloto de F1, Ayrton Senna, rompió el paradigma del mundo de autos superdeportivos. No era un auto enormemente potente, ni con una estética extravagante, pero todo se compensaba con el placer al volante que ofrecía, respuesta instantánea, estabilidad nunca antes vista y, sobre todo, máximo control del conductor. Una joya, que ahora está haciendo su debut con su segunda generación, y un sistema de tracción integral totalmente nuevo junto a una planta de poder híbrida.
Nissan GT-R
Como el Evo, esta bestia tiene herencia competitiva, pero principalmente en el área de “drift”: competencias de derrape típicamente organizada de manera clandestina en las calles. Es un verdadero street racer, y su último modelo, el R35, un devorador de autos exóticos. No por nada le dicen Godzilla. En sus inicios era altamente menospreciado, no es tan ligero ni tan llamativo como otros autos del rango, y la etiqueta que le cuelga es del mismo precio que un Audi R8 o un Porsche 911 Turbo. Pero no son perros de la misma raza. No por nada encabeza la lista de récords en el temido circuito alemán Nurburgring, con su avanzado sistema de tracción integral y su motor V6 biturbo de 3.5 litros: Es verdaderamente un logro de ingeniería superar continuamente la producción de autos cada vez más poderosos y costosos en los eventos más prominentes del mundo motor.
Subaru WRX STi
El competidor más directo del Lancer Evolution, tanto en desempeño como en precio. Los Subarus, como muchos de esta lista, tienen un seguimiento de culto impresionante. Son alabados por ser adaptarse igual de bien a terrenos difíciles y de poca tracción como la nieve, que en la tierra y pavimento. En otras palabras, es un todoterreno pero, respecto al suelo, sin la altura de una camioneta, aunque con un corazón indomable que se desencadena al fondear el acelerador.
Toyota Supra
Entre los autos que aún no hacen un regreso a la producción, se encuentra el impresionante Supra. A decir verdad, un Supra de fábrica está muy lejos de impresionar a cualquier entusiasta del automovilismo, pero un Supra sin modificaciones no es un Supra en sí. En la fábrica le quitaron sus alas. Defacto cuenta con una entrega de poder de 280 caballos de fuerza, con su sistema biturbo. Pero su mayor potencial sale a la luz cuando se le quita su tan restrictivo escape y se reemplaza por uno más deportivo. Con esto se convierte el sistema de inducción a un turbo más potente, que logra más presión de aire en el cilindro a la hora de la combustión. Con modificaciones mínimas puede lograr hasta 600 caballos, pero si realmente te esfuerzas en optimizarlo, son alcanzables hasta 2,000 caballos sin demasiado problema. Y todo esto dentro de un Toyota que a los ojos del público general es un simple deportivo de 2 puertas. Es hora de dejarlos boquiabiertos.