Noticias

Veintiséis fines de semana de carrera: ese es el cargadísimo calendario que le espera al piloto español Fernando Alonso esta temporada, en la que compaginará el Mundial de Fórmula 1 con McLaren y el de Resistencia (WEC) con Toyota.

Algunos pilotos, como el alemán Nico Hülkenberg, ganador en Le Mans con Porsche en 2015, han tenido incursiones puntuales en otras disciplinas del automovilismo. Incluso el propio Alonso probó suerte en 2017 con un primer contacto con las carreras de resistencia.

Con las temporadas de Fórmula 1 cada vez más cargadas (21 Grandes Premios en 2016 y 2018, todo un récord), disputar los dos campeonatos de manera regular se convierte en una tarea titánica.

"Creo que ha llegado el momento de hacerlo", estimaba el dos veces campeón mundial de F1 (2005 y 2006) durante los entrenamientos de la pretemporada. "Ya sea por mi conocimiento de los monoplazas, de los neumáticos, de los motores híbridos, de los circuitos, de los viajes... Hay muchas cosas que en este punto de mi carrera controlo bien", explica.

Considerado como uno de los pilotos más talentosos pese a la sequía de títulos de más de una década, Alonso sabe que a sus 36 años, en un equipo que tiene problemas para recuperar su esplendor del pasado, no podrá igualar en el palmarés los cuatro títulos que ya tienen dos estrellas más jóvenes, Lewis Hamilton y Sebastian Vettel.

Para intentar dejar una huella más importante en los deportes del motor, Alonso, que ganó el Gran Premio de Mónaco en 2006 y 2007, se ha fijado como ambicioso reto lograr la considera 'Triple Corona' (Gran Premio de F1 de Mónaco, las 24 Horas de Le Mans y las 500 Millas de Indianápolis), una hazaña que únicamente un piloto hasta ahora ha podido conseguir, el británico Graham Hill.

"Es realizable" 

"Mentalmente no será un problema ya que cada vez que montas en el coche uno quiere ser competitivo", continuó Alonso, que cuenta que de niño quería ya ganar a su madre en carreras que hacían a pie al volver de la escuela.

"Físicamente, irá bien", tranquiliza el asturiano, que comenzó su año 2018 disputando las 24 Horas de Daytona (38º), cuando sus colegas de la Fórmula 1 empezaban los ensayos para la gran competición del automovilismo.

"Los viajes son mi única preocupación", admite. "Viajar cuesta mucha energía. Cada retraso, cada conexión que se pierda va a hacer daño este año", señala.

Damien Davenne, profesor de la Universidad de Caen (Francia) y especialista en el sueño, identifica dos periodos "cargados" pero "gestionables" en el programa que tendrá Alonso en este 2018 con la F1 y el WEC.

Eric Berton, director del Instituto de Ciencias del Movimiento Etienne-Jules Marey de Marsella, también en Francia, considera que Alonso tendrá un año "cargado" pero no ve "nada delirante".

 "Con una preparación adecuada, es realizable", añade este profesor universitario, que recuerda que los pilotos tienen "condiciones de comodidad privilegiadas, que les permiten centrar su atención en la carrera".

A principios de junio, Alonso encadenará el Gran Premio de Canadá con las 24 Horas de Le Mans.

"Estará en fase de diferencia horaria, pero no es un gran problema para una carrera así, donde alternan pilotaje y descanso", estima.

"El mes de octubre (cinco carreras entre el 30 de septiembre y el 28 de octubre, entre Rusia, Asia y América del Norte) es más complicado", añade.

Cuestión de rutinas 

El director deportivo de McLaren, Eric Boullier, no tiene "ninguna preocupación" por esta cuestión.

El piloto español no participó en el Gran Premio de Mónaco el año pasado para probarse en las 500 Millas de Indianápolis, donde abandonó por una avería del motor a 21 vueltas de la meta, cuando había dominado una parte de la carrera.

"Los pilotos están muy bien entrenados, tienen fisioterapeutas y métodos de recuperación para las diferencias horarias", señala.

"Se puede hacer", valora el expiloto francés Jean Alesi. "Hoy, un piloto de Fórmula 1 no realiza ensayos privados, cuando en el principio de su carrera Alonso se pasaba el tiempo en el coche", recuerda.