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Muchos consideran a la Fórmula 1 como una competencia metida en una burbuja, sin apenas contacto con el exterior, al que pocos pueden acceder. Al menos, así sucedía en la era anterior. Ante la llegada de Liberty Media, los cambios no dejan de sorprender. La repentina salida de Bernie Ecclestone, fue tan sólo la punta de un iceberg que vamos descubriendo a medida que avanza la temporada. Los primeros afortunados para disfrutar la nueva era del “Gran Circo”, fueron los asistentes al Gran Premio de España el último fin de semana, que pudieron gozar de la nueva Fan Zone.
La Fórmula 1 es para los aficionados
Los aficionados ahora pueden disfrutar de los tiempos muertos en pista, aprender a cambiar los neumáticos, ensayar el salto de la victoria en el podio o incluso agitar la bandera a cuadros que pone fin a la carrera. Son sólo algunas de las experiencias que el aficionado al deporte motor puede realizar. Y sí, le podemos llamar el “Gran Circo” ya que también malabaristas, equilibristas, una tirolesa de 200 metros de longitud que te hace volar por encima de una multitud que se pierde entre las tiendas, se hicieron presentes en la quinta fecha de la temporada. Los más afortunados —y que estuvieron dispuestos a pagar—, pudieron recorrer el circuito en el camión en el que los pilotos hacen el Drivers Parade.
Otra novedad, es que a partir de ahora el Paddock de las categorías de apoyo (GP2 y GP3), estará abierto al público. Sí, la misma en donde vimos la conmovedora historia del niño que pudo conocer a sus ídolos tras hundirse en llanto con el pronto abandono de Räikkönen en la primera vuelta del último gran premio disputado. Se podrá acceder a la zona más exclusiva de los circuitos, dar una vuelta en dos Tyrrell V10 biplaza con un piloto profesional, en la próxima fecha, se podrá subirse a un yate en Mónaco o tener encuentros con pilotos de la talla de Nico Hülkenberg, piloto de Renault y ganador de las 24 Horas de Le Mans (bueno, aunque no será tan sencillo acceder a todo esto sin los medios suficientes, como dicen —de manera horrible y despectiva—, “hasta la basura se separa”).
Pero sin duda, la gran estrella que se robó el corazón del público español —además de Hamilton—, fue “Titán”, un robot que dio muestra de su habilidades para cantar, bailar y hasta atemorizar a uno que otro asistente.
Lo más importante es lo que ocurre en la pista. Liberty, sabe que jamás debe descuidar el espíritu por la competencia.