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Ferrari y Sebastian Vettel, que perdieron el liderato del Mundial de pilotos en Monza, por primera vez este año, deben reaccionar en el Gran Premio de Singapur, decimocuarta prueba de la temporada, en un trazado a priori favorable.
Tras Spa y Monza, dos circuitos de características ventajosas para las Flechas de Plata, la Scuderia se encuentra sobre un terreno que le conviene más que el trazado urbano de Marina Bay.
Pocas rectas, muchas curvas y una pista muy estrecha en algunos lugares: Vettel espera vivir el mismo fin de semana que en Hungría, donde se benefició de la ayuda decisiva del otro Ferrari de Kimi Räikkönen.
"En este momento, Mercedes está delante pero confío en las modificaciones que va a tener nuestro auto", señaló el alemán.
Vettel, a tres puntos solo de Lewis Hamilton (Mercedes), posee el récord de triunfos en Singapur, con cuatro victorias. Una nueva primera plaza parece necesaria si no quiere ver peligrar su búsqueda de un quinto título mundial.
Deplorando la situación vivida en el reciente Gran Premio de Italia, donde nueve pilotos fueron sancionados con un total acumulado de 150 plazas en la parrilla de salida por infracciones técnicas, Chase Carey, el patrón de la Fórmula 1, indicó que es favorable a un cambio en el sistema de penalizaciones.
"Hemos alcanzado claramente un estado donde no funciona como hubiéramos querido, como en Monza, donde la mitad o casi de la parrilla de salida recibió una penalización que nadie comprende", estimó.
"Estas penalizaciones por motores o cajas de velocidades son completamente injustas para los pilotos", abunda el finlandés Mika Häkkinen, campeón del mundo en 1998 y 1999.
Entre los equipos que eligieron cambiar un máximo de elementos en Italia figura Red Bull, que se ha fijado como objetivo ganar carreras de aquí a finales de noviembre.
Carrera de noche
Los monoplazas de Daniel Ricciardo y Max Verstappen son muy esperados en Singapur, pese a su déficit de potencia respecto a Ferrari y Mercedes.
"Pienso que Red Bull será rápido este fin de semana", predice Hamilton, antes de añadir, evidentemente, que se alinea "en el objetivo de ganar".
"El hecho de que la carrera se desarrolle de noche constituye un verdadero espectáculo", señala el triple campeón del mundo británico, cuyo compañero, el finlandés Valtteri Bottas, fue confirmado el miércoles para 2018.
Mercedes espera aprovecharse de su nuevo motor introducido en Spa, justo a tiempo para evitar una limitación de la FIA sobre la combustión de aceite, que se aplica en cambio para todas las carreras restantes a todos los otros equipos.
El inconveniente es que Hamilton y Bottas van a rodar hasta final de la temporada una espada de Damocles encima de la cabeza, ya que en caso de rotura en el ventilador, sufrirán penalizaciones en la salida.
En medio de la parrilla de salida, las miradas están en el acuerdo que debe ver a Renault suministrar su motor a McLaren el año próximo, con Honda equipando a Toro Rosso. Un acuerdo que vería también a Carlos Sainz Junior dejar el equipo italiano para unirse a la escudería francesa.
Fernando Alonso, que condiciona su futuro en McLaren a las actuaciones de su monoplaza, se muestra muy evasivo sobre su futuro.
Tras asegurarse continuar en 2018 en el seno de Renault, el alemán Nico Hülkenberg corre el riesgo este fin de semana de convertirse en el único poseedor del récord del mayor número de carreras (129) disputadas sin haber subido nunca al podio, delante de su compatriota Adrian Sutil.
Por otra parte, el GP de Singapur no tiene asegurada su disputa en 2018. Liberty Media, el propietario de la Fórmula 1, está en negociaciones sobre este tema con los organizadores del gran premio, por el momento inscrito provisionalmente en el calendario.