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Más allá del mítico Coliseo Romano, hogar de mitos y leyendas, la Italia moderna que, con sus expresiones artísticas, gastronómicas y automovilísticas ha conquistado al mundo, es poco extraño que hospede a la Mille Miglia: “la carrera más bella del mundo” que, del 18 al 21 de mayo de 2017, nos reencontrará con la gloria de autos legendarios.
¿Te imaginas al volante de uno de los coches más espectaculares de la Mille Miglia por Italia? La mítica competencia, que en este año celebra su 90 aniversario, fue durante 30 años una de las carreras más representativas dentro del mundo automovilístico. Emblemáticos pilotos y escuderías formaron parte de ella, hasta que en 1957, fue interrumpida por un incidente en el que fallecieron dos pilotos y 10 espectadores. Dos décadas más tarde, la prueba volvió con un formato diferente, no competitivo, al cual acuden los mejores pilotos por el puro placer de volver a conducir vehículos extraordinarios, ya que sólo se permiten modelos clásicos que hayan participado en alguna carrera entre 1927 y 1957, y que son proporcionados por coleccionistas y museos que acceden a separarse de ellos por unos días. El rugir de los motores, la elegancia de los modelos y la alegría rebosante son sólo algunos de los elementos que convierten a esta icónica demostración automotriz en un verdadero museo rodante.
Por supuesto, la prueba estará plagada de modelos de Ferrari, de los que se esperan tener un centenar, pero también Mercedes, Alfa Romeo, Maserati, Jaguar, Porsche, Aston Martin o Bugatti, que surcarán de nuevo las carreteras italianas, en una emblemática celebración del automóvil. La Mille Miglia, está más viva que nunca, una carrera del pasado en una actividad presente. ¡Que su recuerdo jamás se difumine!
La ruta
Desde Brescia partirán hacia Padua, donde descenderán hacia San Marino y desde allí a Roma. El camino de vuelta hacia Brescia, será pasando por Siena, Modena, Parma y Mantua, entre otras, hasta volver, tras cuatro etapas, al lugar de salida.
Nadie escapa al encanto de los coches más espectaculares de la Mille Miglia, que son objeto de admiración popular y cuyos conductores son aclamados como héroes. En realidad, es como realizar un increíble viaje en el tiempo que te transporta al origen de la competencia que se disputó entre 1927 y 1957.