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Es bien sabido que dentro de una pista, la rivalidad existente entre los pilotos de la F1 —aunque sean de la misma escudería—, resulta en un duelo encarnizado, en donde los pilotos no le dejan la mínima ventaja a sus oponentes. ¿Pero fuera de la pista también sucede?
A nuestro parecer no hay nada malo en que exista un poco de competencia entre compañeros de equipo, hablando deportivamente.
Para promocionar el Gran Premio de Austria del 9 de julio, los pilotos de Red Bull Racing, Daniel Ricciardo y Max Verstappen, decidieron descansar de sus monoplazas RB13 y pusieron rumbo al circuito del Red Bull Ring a bordo de un Aston Martin Vanquish Volante (Daniel) y un Vanquish S Volante (Max).
Posiblemente pensarás: ¿Qué tiene de emocionante dar vueltas en un circuito permanente con un superauto? Estamos de acuerdo que no es ningún reto para un piloto de la F1, pero realizarlo enganchado a un remolque…
El Red Bull Ring tiene una zona enorme dedicada al camping, por lo que se decidió hacer una carrera arrastrando tremendos remolques. Entonces, ¿qué pasaría si estos dos ases de la Fórmula 1 se pusieran al volante de un súper coche de la firma Aston Martin —uno de los coches favoritos de James Bond—, enganchado a un remolque para dar una vuelta en el Red Bull Ring?
El gran vencedor fue el sonriente australiano Ricciardo, y como era de esperar, de los remolques sólo quedó la base y las dos ruedas, debido a la velocidad. Desde luego que fue lo más parecido a una carrera de autos locos que hemos visto nunca.