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A lo largo de la historia de la Fórmula 1, son muchos los pilotos que han logrado llegar a la mente de los aficionados gracias a sus maniobras, a sus adelantamientos y triunfos. Sin embargo, también hay muchos pilotos que han inscrito sus nombres en la memoria cronológica por sus apodos, algunos tan ocurrentes como desafortunados. Y como aún seguimos con la adrenalina por todo lo ocurrido en el GP de Rusia, celebrado el último fin de semana, aprovechamos la ocasión para conmemorar el apodo del ruso Daniil Kvyat, en la F1, luego de que Sebastian Vettel, lo llamara “El Torpedo”, tras una maniobra de rebase que le realizó en el GP de China de 2016. Aprovechamos para recordarte otros grandes apodos en la F1.
- Graham Hill, "Mister Mónaco"
Cinco triunfos y dos podios en el Principado, entre 1963 y 1969, le hicieron merecedor de un apodo que no necesita explicación. A pesar de que pilotos de la talla de Michael Schumacher y Ayrton Senna, emulasen su logro, sólo ha habido un "Mister Mónaco" en la historia de la F1.
- Ayrton Senna, “Magic”
El brasileño es toda una referencia de la máxima categoría y sus actuaciones en la pista eran verdaderos trucos de magia. Rebasar a varios autos en una vuelta con piso mojado, actuaciones soberbias como la que ofreció en Mónaco 1984, donde con un modesto Toleman, terminó segundo y le disputó la victoria al McLaren de Alain Prost, le valieron el alias de “Mágico” (Magic). Uno de los apodos más justos.
- Alain Prost, “El profesor”
La frialdad con la que calculaba sus maniobras en los circuitos, le hicieron ganarse este apodo. Lo que hacía sobresalir a Prost, era su inteligencia y su capacidad de concentración, en cierto punto hasta matemático para lograr sus rebases. El francés aprovechaba el más mínimo error para lograr sus objetivos.
- Michael Schumacher, “El kaiser”
Los siete títulos mundiales que conquistó, le convierten en el emperador de la Fórmula 1. Un tipo certero, eficaz y sin piedad para ejecutar sus acciones en la pista. Ganador de dos campeonatos con Benetton, sumaría cinco más con la Scuderia Ferrari. Tiene una gran cantidad de récords bajo su nombre, una supremacía total la que ejerció.
- Pedro Rodríguez, “Ojos de gato”
Su gran habilidad para manejar en la noche o en la lluvia, o peor aún, con ambas condiciones, le hizo ganarse una gran cantidad de seguidores en todo el mundo durante la década de los 60. Hoy, todavía se realiza un culto total por sus proezas.
- Kimi Raikkonen, “The Iceman”
Ya sea en la victoria, en la frustración, en el enojo, en los momentos felices, en la decepción, luego de lograr una pole, tras volar un motor o al levantar un trofeo, el finlandés es la personificación de la total indiferencia. Fue precisamente Ron Dennis, durante la etapa de Kimi en McLaren, quien empezó a utilizar ese mote.
- Daniel Ricciardo, "The Honey Badger"
Traducido al español: "El tejón de miel". Es un animal nativo de África, del suroeste asiático y de India, lo que a priori no encaja con el piloto australiano. Sin embargo, el propio piloto explica porqué se ha ganado un apodo que hace referencia a un animal conocido por su fuerza, su ferocidad y su valentía: "Fue mi entrenador en ese momento, Stuart Smith. Me había mostrado un documental sobre él y me dijo: '¡Amigo, este animal es genial!' Yo también pensé que era increíble. Luego me dijo que pensaba que tenía muchas características del tejón de miel y pensé que tenía razón. Empezó en ese momento. Creo que he hecho bien en mantenerlo".