Por: Renato Vega Sol muy brillante, mal clima, malos pilotos, tal vez un animal se atravesó, el piloto perdió el control, etc. Todas éstas suelen ser legítimas razones por las cuales un piloto suele accidentarse en los Rallys. Pero, vivimos en un mundo de infinitas posibilidades, donde los eventos inesperados forman parte de nuestro día a día y, por más ridículos que sean… pueden desencadenar el caos. Hace seis años, el piloto neozelandés, Mark Tapper, lo experimentó en primera instancia.
Los fans de los Rallys
Supongo que muchos de ustedes están enterados de lo diferentes que pueden ser los fans de uno de los deporte motor más intensos y peligrosos del mundo. Estos aficionados del racing comúnmente se acercan mucho a la acción, y hasta eventualmente resultan lesionados por lo mismo. Pero, a veces, fuera de estar cerca de la carrera, los fans parecen olvidar que los pilotos de la WRC (World Rally Championship) se encuentran cien por ciento concentrados en ganar, y la más mínima distracción puede ocasionar mucho más que una carrera perdida.
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Era una buena carrera, como muchas más, para Mark Tapper. Tanto él, como su copiloto se cponcentraban en terminar la carrera en el mejor tiempo posible. Contaban con buenos previsiones, y un Mitsubishi EVO WRC en perfectas condiciones. Pero, todo cambió cuando el dúo neozelandés se topó con un fan, quien tenía extrañas intenciones… ¡El mismo tomó la iniciativa de mostrarles su trasero al desnudo a los corredores! Pocos segundos después, Tapper perdió el control de su auto y exclamó “¡Ese hijo de **** tenía su trasero por fuera!”. Sí, por más chistoso que pueda ser, el racing no es un juego. Múltiples pilotos han perdido sus vidas por aquella pasión que llamamos racing, y, honestamente, es una enorme falta de respeto el andar con esas travesuras en una de las carreras más extremas del mundo. Al menos, esto puede servir como un ejemplo claro de que cualquier cosa puede representar una gran distracción para los pilotos.