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Las tradiciones son conocimiento vivo; un conjunto de ideas relacionadas que han permanecido a través de los años, aunque en algunos casos, la atención se concentra en mantenerlas exactamente cómo son, pero a veces tienen que cambiar para ofrecer un mejor funcionamiento. Ante la salida Bernie Ecclestone, después de 39 años al mando del volante de la F1 y la llegada de la firma americana, Liberty Media, se han podido ver algunos cambios. La apuesta por una mejor experiencia en la Categoría Reina dentro y fuera de las pistas, es el reto que se ha propuesto la firma americana y Mónaco no es la excepción.

Además de mejorar la experiencia en la Fan Zone, en la fecha del siguiente fin de semana habrá un cambio de tradiciones. Es una locación llena de historias que no se repiten en ningún otro premio, como su ceremonia de podio, siempre con la presencia de la realeza de Montecarlo en la función de repartir los premios y de presidir el acto con los tres primeros clasificados. La tradición consistía en que el segundo y el tercer clasificados se situaban sobre una alfombra roja y el ganador subía al estrado donde se encontraba el Príncipe y el resto de las personalidades. No existían escalones como tal y los trofeos se recogían a pie de pista.

Las tradiciones cambian

Este año, la ceremonia cambiará, ahora los pilotos que consigan terminar la carrera en las tres primeras posiciones, tendrán que subir a un podio, tal y como sucede en otros circuitos. La realeza seguirá ocupando un lugar superior y el ganador no estará a su nivel, sino que lo hará subido en un escalón por debajo del estrado.

El segundo y el tercero, así como el miembro del equipo del vencedor, ocuparán escalones más pequeños que dejarán una imagen única en el histórico trazado urbano.

Esta medida rompe con la ceremonia del podio en Mónaco, una tradición que se veía inamovible. Era uno de los elementos que hacía a este Gran Premio, una de las fechas más especial dentro de la F1. Claro que las reacciones no se hicieron esperar y escuchamos opiniones enfrentadas, por un lado creen que esta medida le da un toque más jovial a la ceremonia y los cambios muchas veces son para bien. Una de las ventajas es que los aficionados verán mejor a los pilotos desde su ubicación inferior. No obstante, la parte más conservadora no se encuentra del todo contenta, considera que ya se están perdiendo demasiadas tradiciones.