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Como su nombre lo indica, la historia del Autódromo Hermanos Rodríguez se liga con la de los hermanos Ricardo y Pedro Rodríguez. La aparición de Ricardo en 1961, conduciendo un Ferrari envejecido con apenas 19 años de edad, encendió la chispa y provocó la decisión de construir un circuito de 5 kilómetros en el parque Magdalena Mixhuca, al oriente de la Ciudad de México. Más tarde en la década, el éxito de Pedro ayudó a construir la increíblemente ferviente casa del automovilismo. Leyendas Pero la historia de los hermanos Rodríguez también fue una de tragedia. Los planes para que el circuito albergara carreras de Fórmula Uno en 1962 no se efectuaron, pero los eventos fuera de campeonato siguieron adelante y a finales de octubre los equipos se reunieron en la pista. Ferrari no asistió al evento y Ricardo Rodríguez manejó un Lotus del equipo de Rob Walker. Pero en la calificación, chocó y perdió la vida.
 Los aficionados quedaron devastados, pero pronto descubrieron un nuevo héroe en el hermano menor de Ricardo, Pedro. Establecido en las carreras internacionales de coches deportivos, Pedro tuvo apenas su segundo inicio de carrera F1 en el primer Gran Premio de México en 1963. Manejó entre los 10 primeros hasta que debió retirarse debido a problemas de suspensión. La victoria fue para el Lotus de Jim Clark, quien encabezó cada vuelta y ganó por casi dos minutos de diferencia con su más cercano competidor, un dominio que coincidió con la forma en la que barrió con la corona del campeonato del mundo en ese año. Pedro Rodríguez Al año siguiente hubo mucho entusiasmo después de que se cambiara la fecha de México y llegara hasta la ronda final de la temporada. De esta manera se dio la bienvenida a una lucha a tres bandas por el título que finalmente se resolvió, después de una carrera de constante tensión y drama, a favor de John Surtees. El británico se convirtió en la primera y hasta la fecha única persona en hacerse con el campeonato mundial en dos y cuatro ruedas. De esta manera, a finales de los años 60 México se convertiría en el evento de fin de temporada, y aunque Pedro logró anotar una gran victoria F1 en 1967, siempre se le escapó el éxito en casa después de que Richie Ginther, Surtees, Clark, Graham Hill, Denny Hulme y Jacky Ickx triunfaron hasta el año 1970. El último triunfo también sería la última carrera celebrada en México en más de una década y, dos años más tarde, Pedro perdería su vida en una carrera de coches deportivos en Alemania. Década de los 80 - 90 No fue hasta 1986 que la Fórmula Uno pudo regresar a la Ciudad de México. Dirigido por José y Julián Abed, el lugar fue renovado y el circuito revisó y modificó el perfil de la curva 1 y de una sección de horquilla corta, o curva cerrada. Era un gran desafío, sin embargo, se ladeó la última curva peraltada. La altitud elevada demandaba fuertemente a los motores, mientras que la superficie rugosa era difícil de dominar, lo que se convirtió en un problema en los años siguientes. Gerhard Berger fue la sorpresa en la carrera del '86 y logró la primera victoria de Benetton en un Gran Premio. Un año más tarde, la victoria fue de Nigel Mansell, aunque la carrera tuvo que ser detenida después de que la desigual superficie llevó a un tremendo choque de Derek Warwick. Un año más tarde Philippe Alliot sufrió un accidente aún más grande, en la práctica, a pesar de que afortunadamente salió ileso de los restos del auto. Alain Prost ganó la carrera, una hazaña que repitió en 1990, mientras en 1989 se intercaló el único triunfo de Ayrton Senna en el circuito. En el 91, el brasileño fue víctima de la impredecible superficie rodando tras perder la parte trasera de su McLaren por los baches de la peraltada, justo en en la clasificación. Ese año Riccardo Patrese ganó para Williams, y un año más tarde su compañero de equipo, Nigel Mansell, se hizo con el triunfo. Esta fue la historia del último Gran Premio celebrado en el circuito, hasta el retorno al calendario de la F1 en 2015 después de una inyección fondos privados y públicos. La instalación ha sido ampliamente mejorada, la pista entera resurgió para la ocasión gracias a los cambios realizados a un número de esquinas, incluyendo la famosa curva Peraltada.