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Lo que sucedió en Mónaco

Daniel Ricciardo es un piloto australiano de la Fórmula 1 que no tuvo la mejor de la suerte en el icónico circuito de Montecarlo, en Mónaco. Ricciardo tomó la delantera durante un largo periodo de la carrera, tenía un buen tiempo de ventaja y todo parecía indicar que Red Bull Racing iba a tener otro ganador. Pero, la cosa más inesperada y extraña ocurrió, Ricciardo fue llamado a los pits para realizar un rutinario cambio de neumáticos, nada fuera de lo común. Fue entonces cuando el piloto australiano hizo su entrada en los pits y esperó… y esperó… y esperó. Todos los espectadores tenían las mandíbulas por los suelos, “¿cómo puede ser posible que existan patinetas voladoras, y un equipo del deporte motor más popular del mundo no tuviera las llantas listas?”, se preguntaban todos mientras veían a los avergonzados ingenieros de Red Bull apurarse con las llantas hacia el auto de Ricciardo. Al final, este percance le costó a Daniel Ricciardo el primer lugar, y aunque terminó en segundo, el piloto australiano se encontraba visiblemente decepcionado y enojado.   https://www.youtube.com/watch?v=ltrTUncIiHQ

Vuelven las sonrisas de Ricciardo

La última vez que un australiano ganó un Gran Premio fue cuando Alan Jones arrasó a sus contrincantes al volante de su Williams FW07B/7, en 1980. Estamos hablando de un monoplaza de raza pura, 12 cilindros, poca tecnología… Una época donde el piloto y el auto eran uno. Entonces, como premio de consolación a Daniel Ricciardo le dieron la oportunidad de desempolvar el legendario Williams, y vaya si lo disfrutó. Nada le podía borrar la sonrisa a Daniel. Los 3 pedales, los cambios de palanca, etc. Una experiencia de manejo pura. ¿Quién no se sentiría feliz de conducir semejante máquina? https://twitter.com/UnitedAutosport/status/737590010208124928?ref_src=twsrc%5Etfw “¡No se rían de mí!”.– Daniel Ricciardo, después de conducir el Williams.     Por: Santa Fresh
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