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Existen personas como su servidor, a los cuales no se les ve bien la corbata. Somos vulgares pero aún capaces de medio identificar los jeroglíficos publicados por el Financial Times. Cuando abro sus páginas o ingreso a su website, me confundo, obvio. En vez de leer letras pienso que veo la programación dura, bruta y aburrida (como la “realidad” que Neo observa en The Matrix) de las acciones predictivas de los chamanes mezcladas con la ciencia ficción. Por supuesto que analizan asuntos serios de hombres de negocios, es decir, la forma de acumular poderes abstractos por medio del incomprensible juego Monopoly global. Sus reglas no se cumplen, o no de manera pareja, y nos arroja al ruedo como sus peones, haciendo malabares y labores de todo tipo, prácticas, para incidir en índices medidos de formas igualmente surrealistas. Nada extraño, sobran voces, o gritos, que dicen que los economistas trabajan seis meses al año para predecir el rumbo de las economías y finanzas, pero los siguientes 6 buscan explicar por qué no sucedió lo que pronosticaron. En el fondo (y superficie) parecen justificar la desorbitada, irreal e inequitativa distribución de recursos, es decir, la condición humana y la entropía.   Tentaciones Todo empezó con una manzana. En efecto, la choteada, esa de la gravedad, que fuera mordida por los mensos de Adán y Eva. Era la finanza básica y se constituyó como el hurto y pecado original que provocó la tormenta y la necesidad de siempre tener más. Detonó esa insatisfacción crónica, al menos hasta que logremos liberarnos y, algunos luchones, incluso vulgares, iluminarnos. ¿Lo material es el camino? Lo desconozco, no así que vivimos en una era muy, muy en cuanto a la tecnología y avances, pero incapaz de explicar correctamente los sistemas de comercialización. No obstante, este semanario de lo insólito, el Financial Times demostró que la manzana mordida es un símbolo omnipresente en la humanidad.   Súper rumores Sin alargar el rollo, la empresa mamila que remueve la entrada de audífonos del nuevo smartphone, Apple, parece haber entablado conversaciones para hacerse de los superdeportivos McLaren. De esta manera la manzana que vende más su marca y estilo de vida que bienestar, presuntamente se ha acercado al equipo ingenieril de superdeportivos británicos de la Fórmula Uno. Y si se lo preguntaban: sí. El fabricante del iPhone desea transformar la industria de la automoción, y quizás no quedarse atrás en el rubro con respecto a sus competidores Google y la empresa Tesla, propiedad del futuro colonizar de Marte: Elon Musk.   Más allá de la razón  El grupo de tecnología californiano ha estado trabajando en un vehículo eléctrico de auto-conducción durante más de dos años y considera que hacerse de McLaren Technology Group o inyectar una inversión estratégica, le rendiría otros frutos y no sólo manzanas. La experiencia de McLaren abarca la ingeniería de automoción y de sistemas informáticos y el desarrollo de patentes nuevos materiales. Sobre todo una gama de chasis de fibra de carbono y aluminio. No hay que ser un genio que podría acelerar el proyecto del automóvil secreto –del que todos conocemos su desarrollo– de Apple. No está claro si el acuerdo se llevará a cabo después del reciente cambio en la estrategia del coche de Apple. Sería la mayor adquisición de la marca desde la compra en 2014 de Electonic Beats, el grupo de audio fundado por el Dr. Dre y Jimmy Lovine, nada más y nada menos que por 3 mil millones de dólares (¡¿neta?!, ¡¿nunca les enseñaron a regatear, de menos a pagar lo justo?¡, reitero, esa manía de justificar las disparidades, ni con los futbolistas del Real Madrid es tan obvio el desapilfarro).   ¿Cuentos chinos?  De hecho este año Apple invirtió mil millones en la empresa de taxis de lujo china Didi ChuXing. Por su parte McLaren produce automóviles deportivos de lujo que pueden llegar a costar hasta 1 millón de dólares. Pero, en especial, posee un vanguardista grupo de tecnologías, así como el equipo de Fórmula Uno de carreras con el mismo nombre. El fabricante de la Fórmula 1 tiene experiencia para convertir el prototipo de Apple, con el nombre clave de Proyecto Titán (uy, qué secreto), en una realidad. McLaren cuenta con una amplia tradición en la innovación, que se remonta a décadas e incluye el primer coche de fibra de carbono en la Fórmula 1. El bajo peso y alta resistencia de este material podrían ser el material de construcción ideal. De igual manera la compañía británica tiene experiencia en la propulsión eléctrica. Si Apple busca un equipo de clase mundial en la ingeniería del automóvil, una marca premium bien reputada, y la experiencia de fabricación instantánea, McLaren es su opción. Puede ser una medida rentable, aunque difícilmente intentaría llevar a cabo una fusión, sino ampliar su base de productos. La carrera por los autos (literales) parece la del serial más interesante. Ford ha prometido un auto totalmente autónomo, con auto-conducción para el año 2021; Nissan presentará uno el próximo año; Toyota ha dedicado mil millones de dólares al desarrollo de tecnologías autónomas y Uber desarrolla tecnologías para sustituir a su millón de choferes por robots. Y ni hablemos de Tesla. No obstante, McLaren ha negado las conversaciones con Apple. Chales. ¿Les creemos? reitero, esa necesidad de justificar…