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Tras regresar de Portugal con las manos vacías, el francés Sébastien Ogier no se puede permitir el lujo de dejar escapar en la clasificación al belga Thierry Neuville, líder del Campeonato del Mundo WRC, en el Rally de Cerdeña, de jueves a domingo.
Víctima de una rotura de suspensión hace tres semanas, el francés de M-Sport Ford cuenta con 19 puntos de desventaja sobre su rival belga, con la confianza al alza después de haber sumado 29 puntos sobre 30 posibles.
De todas maneras sus compañeros de equipo, el galés Elfyn Evans y el finlandés Teemu Suninen, terminaron en el segundo y en el tercer puesto en Portugal detrás del Hyundai i20 de Neuville, lo que demuestra las cualidades de su Ford Fiesta sobre la grava, un elemento que se van a encontrar en Cerdeña.
"Habiendo ya participado en numerosas competiciones aquí, he aprendido a apreciar estas etapas exigentes", indicó Ogier antes de la séptima prueba de las 13 que cuenta el Campeonato del Mundo de rallies esta campaña.
"Es una isla magnífica, pero no la más fácil para los rallies con un terreno muy accidentado y abrasivo", explica el quíntuple campeón del mundo.
"Nosotros no abriremos la ruta este año, pero tendremos una difícil batalla con numerosos pilotos rápidos que se beneficiarán de una carretera más limpia por detrás", aseguró el ganador en 2013, 2014 y 2015.
La temporada siguiente (2016), Neuville fue quien le sucedió en el palmarés de la cita de Cerdeña.
"Son condiciones delicadas, pero las especiales tienden a adaptarse a mi estilo de pilotaje y a mi ritmo", afirma este último.
Citroën genera expectación
"Las carreteras son muy estrechas y se vuelven excesivamente quebradas en la segunda pasada", advierte el piloto de 29 años, que por el momento eclipsa a su compañero de equipo, el noruego Andreas Mikkelsen, solamente sexto en la general.
Ott Tänak, ahora en la escudería M-Sport, se impuso el año pasado, firmando su primer éxito en el WRC.
El estonio, convertido por sus resultados en el líder de Toyota en detrimento del finlandés Jari-Matti Latvala, está a 47 puntos de Neuville y a 28 de Ogier después del precoz abandono de su Yaris en las carreteras portuguesas.
"Será una prueba clave para el campeonato", juzga Tänak. "El equipo está dando todo lo que tiene: ahora debemos convertir esto en un buen resultado antes de la tregua estival".
Por su parte, Citroën genera expectación en su primer rally después del despido del británico Kris Meeke, rescindido por sus numerosos accidentes.
La escudería dirigida por Pierre Budar se apoyará en el irlandés Craig Breen y el noruego Mads Ostberg, que se la juegan entre ellos respecto a un posible puesto titular el próximo año.
El rumor persistente, de un regreso a tiempo completo de Sebastien Loeb a Citroën en 2019 parece en estos momentos improbable, sobre todo, por la falta de medios suficientes para atraerlo, del mismo modo que a Ogier, cuyo contrato en M-Sport Ford concluye en noviembre.
Ostberg, que terminó segundo en la edición del 2014 con Citroën, ha "aprendido mucho sobre el C3 WRC en Portugal" y tiene "la intención de sacar provecho de [su] orden de salida favorable".
"Es uno de los rallies del calendario donde yo tengo menos experiencia, felizmente tiene pocos cambios respecto a la edición pasada y dispongo de lo esencial en las notas", apuntó por su parte Breen.