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La firma automovilística Porsche anunció este viernes que dejará la categoría reina del Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), el LMP1, a finales de esta campaña para trasladarse a la Fórmula Eléctrica a partir de la temporada 2019.
Esto podría traducirse en el final tanto del WEC como de su prueba estrella, las 24 horas de Le Mans.
Lejos de ser una sorpresa, la decisión de Porsche se esperaba desde hace tiempo. Sobre todo tras la retirada de Audi —también filial del grupo Volkswagen— del LMP1 antes de que comenzara la actual campaña.
La medida forma parte "de la nueva estrategia de Porsche", precisó en un comunicado la firma con base en Stuttgart, y deja a Toyota como el único constructor del LMP1, lo que pone en riesgo la viabilidad del WEC.
Además, la eventual llegada de otros participantes de peso, como el grupo Peugeot, no está prevista para antes de 2020.
En un comunicado, el Automóvil Club del Oeste (ACO), promotor del WEC, lamentó "esta salida precipitada y brutal" de uno de los constructores "más laureados" en la categoría de resistencia.
Y es que Porsche ha firmado 19 victorias en las 24 horas de Le Mans, prueba principal del circuito, incluida la de la última edición, el pasado mes de junio.
En su comunicado, el constructor alemán precisó, sin embargo, que seguirá participando en la categoría GT del WEC.
El pasado lunes, otro importante constructor alemán, Mercedes, anunció que dejaría el Campeonato Alemán de Turismos (DTM) al final de 2018, para participar en la Fórmula E.
BMW y Audi también estudian abandonar el DTM, lo que provocaría la inmediata desaparición de la prueba.